1 de marzo de 2008

¿Y todo esto para qué?


Llegados a este tercer post, creo que es un buen momento para hacer un pequeño recorrido virtual por este Ático recién inaugurado. Espero que puedan hacerse así una idea de lo que serán algunas de sus futuras estancias y del espíritu que se pretende recorra el lugar. También ha de servir esta presentación para que futuros visitantes puedan orientarse por él, funcionando así a modo de pequeña brújula. Por mi parte, me quito de encima otro peso más en la puesta a punto de la página, para poder centrarme de una vez en hablarles sobre las películas que se van acumulando en mi mesa.

El Guardián de este Ático, un servidor, se encargará de ir presentando y juzgando algunos de los crímenes que va observando desde su espacio privilegiado en las alturas, tratando de trasmitir con ello el entusiasmo que le producen los distintos criminales. Y digo entusiasmo, porque entre las reglas que regirán, al menos de momento, este endemoniado lugar, están la de centrarse en las películas (aunque también daré cabida a cualquier otro material que incite al sueño o a la pesadilla), que a este guardián le estén haciendo disfrutar actualmente. Hubo una etapa en que mi trabajo, en otra de mis múltiples encarnaciones, vagó por distintas webs, centrándose sobre todo en las críticas (casi siempre negativas) a los últimos estrenos y en toda la parafernalia del aquí y el ahora. El tiempo todo lo cambia y hoy por hoy me encuentro con muchas más ganas de hablarles de lo que me gusta realmente, antes que de las pocas nimiedades o aburrimientos que me trago. Atrás quedarán así muchas películas, interesantes o no, de las que podría hablar (en los ojos enrojecidos de este Guardián se acumulan ya casi 5000 títulos), pero por delante aguardan un número no menos ingente de descubrimientos.

Pues sí, la actualidad estará por tanto, salvo excepciones contadas, muy poco presente en éste Ático. La altura a la que vivimos y el poco interés que nos despiertan los nuevos creadores, unido a la frialdad y falta de corazón que nos trasmiten los nuevos trucos de magia digitales, hacen que la familia del Ático se interese bastante poco (y tarde) por las novedades. De todas maneras, el paso del tiempo suele ser un gran elemento para juzgar a los criminales, y no en pocas ocasiones películas que no nos decían nada en su estreno, han resultado muy apetecibles años después.

Y como este Guardián siempre ha sido un niño grande, la perspectiva de los niños será la que reine por estos lares. Eso no implica, en absoluto, una visión simplona o infantil de las obras. ¡Muy al contrario! La mirada de los niños es una mirada curiosa, excitable, entusiasta, pasional, luminosa, y también perversa. Espero que la perversidad artística, sexual y vital y la luminosidad más sencilla e inocente convivan sin problemas como señas de identidad de este blog. Buscaré películas que tengan el don de la ficción y el poder de la duermevela, siguiendo principalmente la vena fantástica que ha recorrido el cine desde sus primeros gritos mudos hasta sus últimos suspiros actuales. Si quieren ir haciéndose una pequeña idea de mis filias, pueden encontrar una selección en el apartado Mi Perfil, en la columna de la derecha.

A nivel estructural, habrá comentarios largos, como el primero, y muchos otros más cortos. Algunos apartados fijos como el dedicado al arte de las portadas (que ya ha hecho su primera aparición) o al sexo extraño, y algunos otros más que pronto se irán dejando caer. Y aunque las películas se irán sucediendo de una manera bastante anárquica, habrá lugar también para ciclos sobre temáticas, géneros o directores concretos. Ya lo irán ustedes viendo.

Espero sobre todo encontrar un equilibrio entre el tiempo que le pueda dedicar a este blog, para poder así verlo crecer, y las muchas obligaciones que me esperan allá, al otro lado del espejo. Pero por el momento basta de charlas. Ha llegado la hora de tumbarse en el desvencijado sofá que domina el salón de esta lúgubre morada y de dejarse llevar por un nuevo viaje hacia el infinito... y más allá!

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