26 de marzo de 2009

GALERÍA DE ARTE: Las aventuras de Robinson Crusoe


Un hombre sólo y desesperado alzando una primitiva luz en la oscuridad frente a un horizonte infinito.

Puede que Las aventuras de Robinson Crusoe (1954) no se encuentre entre las mejores cintas de Buñuel, y sin duda no ha alcanzado la difusión de las más populares, pero la película tiene una larga cantidad de méritos que no le permiten ser desdeñada con tanta facilidad. No es el menor la excelente fotografía en color de Alex Phillips en Pathécolor, plena de saturación y de irrealidad, que permite que se consigan imágenes de la fuerza y la belleza de este grito de auxilio del naufrago, que en un momento de debilidad no puede soportar su soledad y abandona su firmeza en pos de la desesperación. Es una lástima que el resto de la cinta no siempre desprenda esa energía y a ratos peque un poco de comedida y analítica, aunque nadie puede poner en duda la lectura muy personal de Luis Buñuel en esta adaptación.

No estamos ante una mala película, aunque sí sea mejorable, pero no debemos de olvidar que ha habido muy pocas adaptaciones literales de esta novela, y que muy posiblemente la más canónica sea ésta de nuestro aragonés universal. Siendo su primera película escrita e interpretada en inglés, aunque rodada en México y con producción mexicana, sobresale como una rareza arrebatadora en una filmografía que está plena de ellas.

Buñuel pudo sentirse en muchos momentos de su vida como un naufrago, por lo que no resulta difícil adivinar los elementos que le llamaban y conmovían de esta gran historia.


Seems I’m not alone at being alone.
Hundred billion castaways, looking for a home.

2 comentarios:

J.E. Alamo dijo...

¡Vaya! no siquiera conocía la película, si tengo ocasión, intentaré verla. Graciaspor el descubrimiento.

Guardian dijo...

Es una de las películas menos difundidas de Buñuel, y si bien no es de las más grandes, merece mucho la pena. Además que, como digo, visualmente es tremenda.