15 de abril de 2009

ALL THE COLORS OF THE DARK: Mario Bava (1914-1980)


Si existe un gran maestro del cine europeo que aún no haya sido lo suficientemente reconocido (entendiendo por suficiente, ser aceptado entre los grandes directores de la historia del cine, sin añadirle a esto último la coletilla de fantástico), ese es sin duda el imprescindible Mario Bava.



Poco a poco se van dando pasos para su reconocimiento global, y también para darlo a conocer a las nuevas generaciones (y no solamente a las más afines con el género fantástico-terrorífico). Pero en su contra juega su adscripción a los géneros populares considerados históricamente menores (terror, western, ciencia ficción, péplums…), la poca importancia y relevancia que él mismo y sus contemporáneos dieron a sus películas en su época (recordemos que la carrera de Bava se encuadra cronológicamente con la de Fellini, Visconti, etc., dentro de la edad de oro del cine italiano) y especialmente el hecho de que la grandeza de su obra se sitúe lejos de los esquemas narrativos convencionales más aceptados por el espectador e historiador medio, ya que su fuerza como creador radicó siempre más en el lenguaje cinematográfico que en las bases argumentales de sus films (siendo éstas en algunos casos tan pobres como casi inexistentes).



El cine de Bava nació de las trincheras, con bajos presupuestos y en muchos casos difíciles condiciones de rodaje. El mismo veía el cine como un oficio más (aunque se dedicaba a él de manera compulsiva, lo que ha dificultado enormemente el poder trazar una filmografía oficial de su carrera) y hacía sus películas para sí mismo, dando por hecho de antemano que ni a críticos ni espectadores les iban a gustar. Pero su talento ha llevado a que su lugar no corresponda con los silenciosos y modestos márgenes de la Historia, aunque posiblemente fuera ahí donde él se habría encontrado más a gusto.



Bava es el pintor cinematográfico por excelencia. El gran maestro del color que, paradójicamente, tiene como obra más emblemática y popular, su opera prima La máscara del demonio, rodada en blanco y negro. El director que nunca dejó de considerarse ante todo director de fotografía (la profesión que le vio nacer y que nunca abandonaría). Un creador que al no contar con la presión de las grandes gestas sobre sus espaldas, se pudo permitir experimentar y desarrollar el lenguaje cinematográfico dentro de los géneros a priori menos adecuados para ello. Igual que ocurrió no hace tanto tiempo con Sergio Leone (otro director de una fuerza narrativa poco convencional, esencialmente cinematográfica), ha llegado ahora el momento de reivindicar a Bava sin cortapisas.



La escuela que ha creado su particular caligrafía fílmica, visible en muchos cineastas modernos, ha llevado a que hayan sido los propios directores (a la manera de lo ocurrido en los primeros años de la fundacional Cahiers du Cinéma), más que los críticos e historiadores, quienes hayan levantado la voz reclamando un lugar entre los grandes para este técnico. Tarantino no necesita proclamar su entusiasmo por el maestro, pues su magnífico gusto como espectador y los préstamos que se pueden encontrar en su obra lo hacen evidente, al igual que ocurre con otros admiradores confesos como Tim Burton, David Lynch o John Carpenter; todos con un uso de la luz, el color y los movimientos de cámara con claras influencias suyas. En cambio, que un gran pedagogo de la historia del cine (y al mismo tiempo fundamental director) como es Scorsese, escriba la introducción de Mario Bava - All the Colors of the Dark (2007), el que sin duda es el libro definitivo sobre su obra y su persona, es un paso mucho más importante para su reconocimiento oficial, a la vez que claramente coherente con quién lo realiza.



Pero es en realidad el aficionado más exigente, el connoisseur internauta del siglo XXI, el que más está haciendo por dejar el nombre de Bava en el sitio que se merece. Es por esto, que no es de extrañar, que haya sido Tim Lucas, un fan y pequeño editor totalmente profesionalizado, como mandan los tiempos, el encargado de llevar a cabo la publicación del gran libro sobre el maestro, en lo que probablemente haya sido (por tiempo dedicado, por intensidad y por el tamaño del resultado) el trabajo de su vida. Tim, en su empeño por recuperar la figura de Bava para un público contemporáneo (que incluye también comentarios de audio y supervisiones de calidad en las ediciones videográficas y en DVD de la filmografía del maestro en los USA), está más cerca de la labor que Forrest J. Ackerman hizo para devolver a la actualidad al cine de terror clásico de la Universal desde su tribuna de Famous Monsters of Filmland durante los años 60, que del pequeño granito de arena que pueda aportar un servidor con este ciclo.



Su libro es un lujo, un tesoro literario en forma y fondo; enorme, visualmente apabullante (no se merecía otra cosa el biografiado), ganador de múltiples premios literarios, e imprescindible en cualquier biblioteca cinematográfica ecléctica y rigurosa. Su precio puede echar para atrás (y más ahora, que cada vez quedan menos ejemplares), pero lo vale, y solo hace falta tener entre las manos una vez el volumen para darse cuenta. Se pueden observar algunas páginas del libro aquí y se puede encargar (mientras queden ejemplares) en la web de su autor.



Scorsese dice en el prólogo del libro que si le preguntaran a él sobre el argumento de alguna película de Bava no sabría que responder, y que eso se debe a que sus películas son demasiado hipnóticas, como si fueran sueños. Dice que coloca a sus espectadores y a sus personajes en un estado inquietante y extraño, en el cual se ven forzados a seguir avanzando, incluso aunque no sepan muy bien por qué o hacia dónde se dirigen. La atmósfera por sí misma se convierte en el personaje principal, un organismo vivo con pensamientos y voluntad que le son propios. Bava era un perfecto artesano y sabía cómo crear una tesitura, donde cada sonido, cada movimiento de cámara y cada objeto estuvieran cargados de misterio y desazón.

Just my cup of tea.


8 comentarios:

cerebrin dijo...

Comparto totalmente tu opinión vertida en tan brillante artículo. Bava es uno de los grandes directores del cine, le pese a quien le pese. Además, hay que reconocerle un plus extra al hacerlo trabajando con pocos medios y, en la mayoría de los casos, con guiones casi inexistentes. En este sentido, creo que "Bahía de sangre" es su ejemplo más significativo. Una película brillante e hipnótica, realizada a partir de un argumento carente de cualquier lógica, donde los personajes entran y salen de la historia sin mediar (casi)explicación. Y aparte está el hecho de que fuera el precursor de dos géneros tan notables, influyentes y transitados, como el giallo y el slasher. Casi nada.

En cuanto al libro, en mi caso más que el precio, que viendo las características se antoja que lo vale, lo que más me tira para atrás es el idioma... Habrá que pensárselo, pero no mucho.

Un saludo y felicidades por tu blog. No lo conocía y me a parecido estupendo.

Guardian dijo...

Muchísimas gracias por tu comentario y tus felicitaciones, Cerebrin. Poco más puedo añadir a la entrada. Espero que no tenga que pasar mucho tiempo para que Bava deje de ser un maestro para minorías y que por fin se le reconozca oficialmente el lugar que se merece. Lo digo sinceramente.

El ejemplo que pones de Bahía de sangre es perfecto, y de hecho casi cualquiera de sus películas de ese periodo serviría.

Y no solo fue el precusor del giallo y del slasher (sus mayores logros), sino también del cine de terror moderno italiano (prácticamente de todo el cine de terror italiano, pues antes de él no existía tradición por este género) o de la segunda edad dorada (tras la etapa muda) del Peplum.

Anónimo dijo...

Me encanta el artículo, sobre todo porque después de leerlo me apetece pegarme un buen atracón de sus películas. Gracias por meterme el gusanillo

Guardian dijo...

De nada "anónimo". No me ha costado mucho reconocerte, ¡pero a ver si la próxima vez te acuerdas de firmar! Jeje.

Pues aunque no sea en plan atracón, sino en dosis pequeñas, irás viendo aparecer por aquí las diferentes pelis de este director que no te puedes perder. No te arrepentirás.

Kike dijo...

Mario Bava: si no existiera, habría que inventarlo.

Daniel Miñano Valero dijo...

Comparto con anónimo la cualidad del artículo de provocar inmensa curiosidad sobre la obra de Mario Bava.
Hay un punto de la obra que tal vez lo aleja de mis gustos... y es esa pobreza de argumentos en sus peliculas que comentas. Creo que una obra sensorial-ambiental y no narrativa es tan propio de la literatura como de la cinematografía; en ambos ámbitos me resulta algo difícil el disfrute de la obra. Aunque hay genios que consiguen deslumbrarme sin trama evidente, tal vez Bava sea uno de ellos, a ver si puedo hacerme con alguna de sus peliculas...jeje

Ordel dijo...

Muy bueno Guardian. Con respecto al libro,al igual que CEREBRIN me corta el idioma, ya que no domino el inglés.
A ver si un dia es traducido, como ya se hizo con algún otro como el "ALGO QUE VER CON LA MUERTE" sobre Leone y otros "tochos" del cine de género.

Guardian dijo...

Me parecía increíble que se tradujera, y por supuesto un notición, pero es que es tal roca el libro, que no sé quién podría arriesgarse con su traducción y publicación. Supongo que si el nombre de Bava se diera a conocer a más público, como ocurrió en los 80/90 con Leone, sería más plausible.

Por otra parte entiendo que os eche para atrás a ambos el idioma, y en este caso me parecería un engaño decir que se puede leer con facilidad sin tener una buena base de inglés.